domingo, 17 de junio de 2012

Se me perdió la lengua (Quinta parte)


Llegué a mi casa corriendo y entré. Ya creía que había pasado todo por un día, pero si de líos se trataba yo ese día batí todos los récords. Mi mamá me estaba esperando en la cocina y largó un discurso mucho más pesado que el de la dire y la vice. Ahora me había perdido por una semana la tele y la computadora y encima me mandó a la habitación diciéndome que cuando llegara mi papá iba a charlar conmigo.
Entré a mi pieza y tenía ganas de patear algo, o de llorar, no sé… esas raras sensaciones que tiene uno.
Abrí mi mochila.
Ahí estaba. Acomodada en el bolsillo que normalmente uso para llevar la merienda. Era mi lengua.
- ¡¿Cómo se te ocurre abandonarme así?! – dije cuando ya estaba en condiciones de hablar, ya que estaba muy sorprendido.
- Y… bueno… me da mucha vergüenza pasar al frente a dar la lección – me contestó la lengua con voz de lengua con miedo.
Todavía hoy, cada cinco minutos abro la boca y compruebo si la lengua sigue estando ahí.

sábado, 16 de junio de 2012

Se me perdió la lengua (Cuarta parte)


La maestra y la vice le explicaron a la dire lo que sucedía. O al menos lo que ellas creían que sucedía.
- ¿Es eso verdad? – me preguntó cuando ya sabía (o creía saber) todo.
¡Claro que no era verdad! Pero, ¿cómo demostrarlo?
- E me pedió a engua – la dire se enojaba, la vice se ponía roja, ahora sí estaba bien frito.
Y así estaban las cosas… Todas juntas me empezaron a gritar cosas sin escuchar al resto y yo seguía calladito, calladito. Según entendí me perdí todos los recreos que quedaban de la semana (menos mal que era miércoles, y ya habían pasado todos los recreos) y tenía que explicar todo o me perdía los del resto del año y que iban a charlar con mis padres y que tenía que aprender a respetar a las demás personas y un montón de cosas más que ya ni me acuerdo.

viernes, 15 de junio de 2012

Se me perdió la lengua (Tercera parte)


- Este chico – empezó la maestra señalándome con el pulgar – se ha estado burlando de su maestra.
La vice empezó a anotar en un cuaderno grande, con tapas azules a lunares blancos. Después me preguntó:
- ¿Por qué le hiciste burla a la señorita Virginia?
Yo no podía contestar porque parecería que le estaba haciendo burla a ella también. Como yo seguía en silencio me habló de vuelta con una mueca en la cara.
-¿Y?
- No ecuetro mi engua – le dije rogando que me entendiera.
Antes de que la vice me empezara a gritar entró en el aula la dire. Estaba cargada de libros y pasó un rato hasta que advirtió mi presencia.
- ¿Qué pasó Fede? – me preguntó. Luego se dirigió a las maestras - ¿Qué pasó con este chico?

jueves, 14 de junio de 2012

Se me perdió la lengua (Segunda parte)


- ¡Me estás tomando el pelo! ¡Vamos ya mismo a la dirección a hablar con la directora!
Ahora sí que la cosa se estaba poniendo fea. La directora era una persona amable, pero ni lejos que entendiera mi problema.
Seguí a mi maestra hacía la dirección. Quedaba muy lejos. Salimos del aula, cruzamos el pasillo, subimos una escalera, doblamos a la derecha, otra escalera, y entramos a la dirección; ella con la cabeza alta y yo mirándome los pies.
- ¿Qué pasó, Fede?– me preguntó la vicedirectora, la vice, como la llamábamos. La directora no estaba ahí.

miércoles, 13 de junio de 2012

Se me perdió la lengua (Primera parte)


La maestra me llamó a dar la lección. Pasé al frente. Entonces abrí la boca para hablar y… ¡Oh sorpresa! Mi lengua no estaba ahí.
Sin darme por vencido mucho antes de intentar me animé:
- E itema digetivo eá compueto po – dije horrorizado. Enseguida comprendí que había sido un error. Los chicos se tapaban con los libros de Ciencias Naturales para disimular la risa.
¿Cómo? – me preguntó la maestra creyendo que le estaba haciendo burla e ignorando las risas de mis compañeros.
- Me fata a engua – le intenté explicar a la maestra.
La maestra no lo tomó muy bien:

martes, 12 de junio de 2012

Un sueño cumplido (Sexta parte)


De vuelta, faltando esta vez dos minutos para el final, un compañero hace una excelente jugada por la izquierda tirando un centro que yo cabeceo al palo más alejado del arquero. Supe que él nunca llegaría. Se tiró con todas sus fuerzas pero la pelota entró suavemente por el arco.
            Fue el gol más importante de mi vida.
            Lo festejé tanto que me dolió la garganta por días.
            Cuando el árbitro decretó que se terminaba el partido la cancha fue una fiesta. Me pasaron cosas muy fuertes por la cabeza pero creo que se puede definir con tan solo tres palabras: “un sueño cumplido”.

Mi mascota fantástica (Segunda Parte)


P: Claro, claro. ¿Qué hace cuando se queda solo?
Y: ¡¡¿¿A vos te parece que dejaría solo a esta “criatura”??!! Nunca lo haría por dos razones. La primera es que me necesita. La segunda es que, ¿te imaginás si salgo de compras, vuelvo y encuentro la casa en ruinas? No lo dejaría solo ni dos segunditos.
P: ¿Sabés aproximadamente cuánto mide y pesa la criatura?
Y: Y… No. No hay balanza que aguante ni metro que llegue. Creo que mide como tres metros. Y eso que es solo un bebé.
P: ¿Es solo un bebé? ¿Cuántos años tiene?
Y: Dos meses.
P: ¿Sabés cuánto mediría o pesaría a los tres años?
Y: ¿Vos sabrías cuanto mediría un bebé a los veinte años? Con mi animal pasa lo mismo.
P: Si no le molesta que le pregunte, ¿cómo hace para bañarlo?
Y: Sí me molesta, pero ya que me lo pregunta, le contesto: Con algunos amigos lo bañamos por partes y poco a poco, para no cansarnos.
P: ¿Pensaste alguna vez en deshacerte de él?
Y: Capaz que dentro de dos o tres años lo tenga que regalar si crece mucho. Pero por ahora prefiero no hablar de eso.

Entonces los periodistas se fueron y yo entré a mi casa a prepararme un café y a darle de comer a mi mascota que después de tantas preguntas estaba algo molesto e inquieto.   

lunes, 11 de junio de 2012

Un sueño cumplido (Quinta parte)


Acomodé la pelota y el árbitro hizo sonar su silbato.
          El arquero brasilero estaba nervioso y se tiró apurado a su palo izquierdo unas milésimas de segundo antes de que yo le tire la pelota a su derecha.
            Grité el gol con todas mis fuerzas mientras el referí marcaba que se terminaba el primer tiempo.
            En el segundo no llegué mucho al arco: me marcaron muy bien.

Entrevista a un extraterreste (Tercera parte)


E: Ah… los alienígenas, es decir, los de otras galaxias no nacimos nunca. Estamos en el universo desde siempre (y las velitas en el espacio se apagan, terrícola tonto, pero no, no debo decir eso)
            P: Hágale un favor al mundo y quédese, por favor. Será famoso. Lo conocerá gente del mundo entero, hablarán de usted en la radio, en el diario, en la televisión, en los libros de ciencia... (Y de mí también, como el que convenció al famoso ser espacial).
            E: No conozco ninguno de los aparatos mencionados.
            P: Por favor, háganos un favor, se lo rogamos (hágame un favor). Además ahora vienen lo chinos.
            E: ¡Qué pesado con los chinos! ¿Eh? A ver, dígame que son los chinos.
            P: Los que viven en China (otra vez no, por favor)
            E: ¿Qué es China?
            P: Un país
            E: ¿Qué es un país?
            P: Es… Bueno, basta de preguntas tontas. Podemos hacer un trato. ¿Qué le parece si usted se queda unos días más? No le debe costar nada. Sería un orgullo para Argentina tener el primer ser de otro mundo. Nunca tocó el suelo de Bahía Blanca… Ahora le debo explicar lo que es Argentina y Bahía Blanca, ¿no? (y tengo que explicarle todo nueeeeeeevamente)
            E: No es necesario, tengo en mi bolsillo una guía turística.
P: Muy bien, me alegro de no tener que seguir explicando cosas absurdas y normales del planeta Tierra (por suerte).
E: Pues bien. Si me disculpa ya llegó mi cohete.
P: ¡¡¡¡No se vaya!!!! ¿Tiene? ¿Algún mensaje?
E: Lo lamento, solo puedo decir una palabra: ADIOS. (que tipo pesado, por favor, ¡qué pesado!
P: ... (Si algún día te agarro te reviento)

Este ser de otro mundo ya se fue de la tierra. La próxima vez habrá que apurarse un poco más para alcanzar a verlo.

domingo, 10 de junio de 2012

Un sueño cumplido (Cuarta parte)


Nunca en la vida experimenté ni creo que vaya a experimentar algo parecido. Me temblaban las piernas, me costaba respirar.
            Cuando entré a la cancha escuchaba como los argentinos gritaban a coro mi apellido. Pero muy de fondo. Porque escuchar ya no era importante.
            Pasaron unos cuantos minutos sin que sucediera nada. Luego, en el minuto cuarenta y cuatro del primer tiempo, recibo un pase afuera del área y cuando estoy entrando a ésta me tocan desde atrás y me dejan tirado. Penal y roja directa al que me hizo el foul.
            Mientras escuchaba gritos provenientes de la tribuna insultando al fulero, el capitán me dijo que el penal lo patee yo.
             

Entrevista a un extraterreste (Segunda parte)


             E: No me interesan los “chuinos” o como se llamen. Yo me pienso ir.
            P: Pero es que no se puede ir. Piense en que... A propósito, ¿en qué se va a ir? ¿En un OVNI? ¿Una nave espacial? (¿cómo lo entretengo, Dios, como?)
            E: Mire, déjese de embromar, ¿quiere? Mire, yo le voy a explicar todo: Somos parecidos a los humanos y venimos para ver en que anda la Tierra. Solo en películas de Ciencia-Ficción aparecen naves espaciales.
            P: Pero no entiendo. Entonces, ¿cómo piensa volver a la… al planeta donde vive?
            E: En un transbordador de la NASA, claro. Los de otros planetas somos muy modernos además de normales. Y también vine de esa misma manera. (en naves espaciales, por Dios, está loco)
            P: ¿Tiene parientes?
            E: ¿Qué si tengo qué?
            P: Parientes, usted ya sabe, las personas que, ¿como decirlo?, son de su misma sangre y comparten, por ejemplo una abuela o un tío (y que son igual de feos que usted, pero no, no se lo debería decir).
            E: Esas son estupideces de los humanos. Abuelas y tíos. Déjese de decir cosas raras, por favor… ¡Ni siquiera tenemos sangre! (otro insulto, yo ya conté ocho)
            P: Lo que quise decir con sangre fue que… bueno, olvídelo. No lo quisiera hacer parecer a ningún invento nuestro… ¿señor?…
            E: Si, dígame señor.
            P: Volviendo a la pregunta; ¿Tiene poderes telepáticos o levitatorios?
            E: Si, ¿Quiere que lo haga volar? (lo quiero ver ahora).
            P: ¡¡¡¡No!!!!
            E: Era un chiste nomás, no se me asuste (jejeje).   
            P: Una pregunta indiscreta: ¿Cuántos años tiene?
            E: No lo entiendo.
            P: Digo ¿Cuántos años hace que nació? O ¿Cuántas velitas sopló en total?

sábado, 9 de junio de 2012

Un sueño cumplido (Tercera parte)


             En el momento en que empezó el partido, supe que era un espectador más, pero igualmente estaba nervioso como cualquier argentino que sabe que tiene la posibilidad de ver a los jugadores llevarse a casa la Copa del Mundo.
            Creo que me olvidé decir contra quién jugábamos, ¿no? Sí adivinaron. Nada menos que contra nuestros pentacampeones y fiesteros vecinos. Contra Brasil. 
            A los quince minutos nos meten un gol.
            Los veinte mil brasileros de la tribuna gritaron el gol que los habría llevado a la cima del fútbol mundial si no les sucedía lo que estaba por suceder.
            Cinco minutos después se nos lesiona la figura, el 10. El DT me miró con cara paternal y me dijo:
            ― Pibe, entrás vos.

viernes, 8 de junio de 2012

Un sueño cumplido (Segunda parte)


Ahora tengo  veintiún años cumplidos y en el mundial Alemania 2006 que se terminó hace dos semanas, defendí la camiseta de la selección argentina de fútbol con gran dedicación.
            En realidad, hasta la final, no había pisado cancha mundialista. Defendía la camiseta desde el banco de suplentes.
            Así, desde afuera, vi como mis compañeros ganaban fácil la primera ronda, ganaban en octavos, sufrían en cuartos y casi quedamos eliminados en semis, contra Inglaterra.
            Faltaban veinte minutos para que empiece la final.
            Yo estaba ahí haciendo los ejercicios de precalentamiento aunque sabía que no iba a entrar ni veinte segundos.
            Igual seguía calladito.

miércoles, 6 de junio de 2012

Un sueño cumplido (Primera Parte)



Desde que era adolescente quería jugar al fútbol. O desde más chico. Mi mamá siempre me dice que le pateaba la panza unos dos o tres meses antes de salir al mundo. Mi papá no es tan creativo: dice que todos los bebés hacen lo mismo y que lo mío no es talento, es esfuerzo. Creo que un poco de razón tiene.
            A los diez años me cruzaba a la placita de enfrente y yo solo le ganaba a tres chicos de catorce. A los trece ya jugaba en las inferiores de un importante club argentino. Como de golpe, se me vinieron encima cinco años más y, ya con dieciocho, me vendieron a Europa. A España para ser más preciso.

martes, 5 de junio de 2012

Mi mascota fantástica (Primera parte)


Yo tengo una mascota fantástica. Impresionó tanto al pueblo que enviaron a la prensa a entrevistarme. Con ellos sostuve el siguiente diálogo:

Periodista: ¿Cómo se llama la criatura?
Yo: Del nombre del animal tengo dudas porque es una mezcla de dragón, serpiente y dinosaurio. En cuanto a que nombre le puse yo, le puse... Todavía no le puse nombre.
P: ¿Cómo y dónde lo encontraste?
Y: Cuando mi papá fue a China me trajo de regalo una piedra gigantesca que en realidad resultó ser el huevo de este animal. Una sorpresa bastante desagradable para mi mamá…
P: ¿En qué lugar de la casa duerme?
Y: En el patio, no encontramos otro lugar igualmente grande.
P: ¿Con qué lo alimentás?
Y: Con sobras de la mesa y basura orgánica que encuentro con mis amigos. Le pregunté al veterinario que es lo más conveniente que coma pero me sacó corriendo cuando el “animalito” le comió el escritorio.
P: ¿Qué hace durante el día?
Y: Se levanta temprano y tiene ganas de salir a caminar por la calle. El otro día hice un negocio: pueden pasear en mi mascota a un precio barato. Mi hermana mayor dice que es abusar de la mascota y que pobrecito “monstruo” (así lo llamó), se iba a sentir muy mal. Pero a mi mascota le encanta, creo que Mariana está celosa.
P: Discúlpeme, ¿quién es Mariana?
Y: Mi hermana, pensé que estaba claro.

lunes, 4 de junio de 2012

Entrevista a un extraterreste (Primera parte)



            Periodista: Buenas... señor... supongo... Querría hacerle algunas preguntas (Que raro es todo esto).
            Extraterrestre: ¡Humanos!... Esta bien, pero que sean rápidas, estoy apurado (estos terrícolas son más extraños)
            P: ¿Apurado por llegar a dónde? No creo que un “extraterrestre”, si le gusta que le digan, salga a la calle. Que yo sepa no debe haber otro extraterrestre en el mundo.
            E: En eso usted tiene razón, humano: soy uno de los pocos extraterrestre que habitan en la Vía Láctea; creo que hay uno en la quinta luna de Júpiter y también...
            P: Disculpe que lo interrumpa, pero me parece que se está yendo del tema. Le estaba preguntando por qué esta apurado (no se me vaya por las ramas, alien irrespetuoso)  
            E: Porque me voy de la Tierra. (Y encima me interrumpe)
            P: ¡¡Se va de la Tierra!! ¿Por qué?
            E: Vine para acá para ver como la pasaban estos locos, y cuando digo locos me refiero a ustedes, ¡Nos convertimos en una burla! Ustedes ponen películas como “E.T.” o la “Guerra de las Galaxias” y nos avergüenzan. Se creen que nosotros podemos levitar una bicicleta y es mentira. O pelear con un palito con luz. No somos como nos imaginan, o nos imaginaban hasta que yo llegué, somos iguales a ustedes salvo por ahí por la cabeza redonda sin pelo y el cuerpo chico (listo lo dije).
            P: Y son rosas
            E: Y somos rosas, sí... Pero ojo que en nuestra galaxia ese color es muy varonil (también me insulta, este debería aprender educación).
            P: Es que ahora esta llegando gente de China. Dentro de unos minutos habrá chinos aquí para hablar con usted (y yo me hago famoso).

domingo, 3 de junio de 2012

Alta en el Cieeeeelo


            - Altaaa en el cieeelooo, un águila guerrera
Comienza la canción. Yo soy uno de los pocos chicos que canto. Al lado mío esta Fede que cuenta las figuritas. Del otro lado las chicas, que cuchichean. Si es por mí me cambio de lugar. La maestra no se da cuenta porque mira fijamente a la bandera. La dire también, pero con respeto, como si fuera un símbolo de la patria. Bueno, lo es... Pero que importa. La vice camina de un lado a otro, sacando pecho, haciendo como que canta pero pone su atención en los alumnos.
- Audaz se eleeeeva en vue-e-lo triunfal
Me gustaría triunfar en algo, pero no volando, jugando la copa del mundo y con la camiseta azul y blanca. Papá y mamá lloran emocionados mientras doy la vuelta olímpica.
- Azul un a-a-laaaaa del color del cie-e-lo,
Que yo sepa, un ave no tiene las alas azules. Yo, cuando voy al zoológico miro el león y los patos, nada más.
- Azul un a-a-laaaaa del color del maaaar
En realidad el mar no es azul. En Mar del Plata el mar visto de lejos es medio verde. Con este tema de la contaminación no hay nadie que aguante.
- Así en el alta aurora irradial...
Hay que borrar esta frase de la canción. Nadie entiende, se necesitaría un traductor.
- Y forma est-e-e-la al purpurado cuello / El ala es paño, el águila es bandera
¿El águila es bandera? Para mí el águila es águila y nada más. Los que inventaron estas canciones tratan de confundir a uno.
Acá viene lo que se canta fuerte:
- Es la baaan-deee-raaaaa, de la pa-atria míííííaaaa
Y sí, los que nacen en esta patria tienen esta bandera, es lógico.
- Del sol naciiiiidaaa
Y los que la inventan siguen diciendo pavadas, el Sol no nace.
- Que me a dado Dioooooos
Otra cosa que me da Dios. Además de darme el mundo, los animales, las plantas, la inteligencia, la luna, las estrellas y vaya a saber cuantas cosas más; me da esto.
- Es laaaa baaaan-deeee-raaaaa (respiro), de la paaaaa-tria mííííía.
Se ahorraría tiempo si no se repitieran las frases.
- Del sol naciiiiiiiidaaaaaa, que me a daaaaa-do Dioooooooossssss
Al fin termina. ¿Por que será que no inventan canciones que se puedan entender?