martes, 12 de junio de 2012

Mi mascota fantástica (Segunda Parte)


P: Claro, claro. ¿Qué hace cuando se queda solo?
Y: ¡¡¿¿A vos te parece que dejaría solo a esta “criatura”??!! Nunca lo haría por dos razones. La primera es que me necesita. La segunda es que, ¿te imaginás si salgo de compras, vuelvo y encuentro la casa en ruinas? No lo dejaría solo ni dos segunditos.
P: ¿Sabés aproximadamente cuánto mide y pesa la criatura?
Y: Y… No. No hay balanza que aguante ni metro que llegue. Creo que mide como tres metros. Y eso que es solo un bebé.
P: ¿Es solo un bebé? ¿Cuántos años tiene?
Y: Dos meses.
P: ¿Sabés cuánto mediría o pesaría a los tres años?
Y: ¿Vos sabrías cuanto mediría un bebé a los veinte años? Con mi animal pasa lo mismo.
P: Si no le molesta que le pregunte, ¿cómo hace para bañarlo?
Y: Sí me molesta, pero ya que me lo pregunta, le contesto: Con algunos amigos lo bañamos por partes y poco a poco, para no cansarnos.
P: ¿Pensaste alguna vez en deshacerte de él?
Y: Capaz que dentro de dos o tres años lo tenga que regalar si crece mucho. Pero por ahora prefiero no hablar de eso.

Entonces los periodistas se fueron y yo entré a mi casa a prepararme un café y a darle de comer a mi mascota que después de tantas preguntas estaba algo molesto e inquieto.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario